Parroquia de Río


Sudros


Poboación: 16 veciños.      Distancia a Fonsagrada: 18,2 Km.     Altitude: 770 m.   Código postal: 27.134

Accesos:

Hay que ver:


Cruce en Sudros de Freixo e San Pedro do Río.

 


Tradicións: Para curar se estiraba la piel al enfermo nueve veces, desde la zona lumbar hasta los hombros. Cada vez que se realizaba esta labor se
citaban las siguientes palabras: Espinilla, levántate arriba, co poder de Deus e da Virxe María. Como remate, se aconsejaba al enfermo que no trabajase en los días venideros.

     Para curar también se cogía una aguja hilada con la que se rodeaba nueve veces la parte dañada del tobillo y se clavaba en una bola de hilo enrollado, momento en el que se mencionaban las siguientes palabras: Fío torto que prenda no óso como a verza no horto, a silva na mar, que tódolos ósos volvan ó seu lugar. Se é esfiado, se é esnogado, se é estocado. Polo poder que Deus ten, e a Virxen María. Amén. Cada vez que la persona que llevaba a cabo el ritual de curación recitaba esta fórmula, el enfermo debía decir: “¿Que coses aí?”. Tanto la aguja, como el hilo, no se debían usar para otros fines hasta que el enfermo se curara.

     También se cogían nueve granos de trigo, de cosecha propia, y se pasaban, uno a uno, por delante del ojo haciendo una cruz, mientras se recitaba el siguiente ensalmo: Desfeita con fume e aire fuches feita. De nove te volvas oito, de oito sete, de sete seis, de seis cinco, de cinco cuatro, de cuatro tres, de tres dous, de dous un, e dun ningún. Estas palabras había que decirlas nueve veces y por cada una de ellas se echaba un grano de trigo en un recipiente de agua.

     Para  expulsar las lombrices se cogían dos ramas de saúco y se pasaban por el vientre del enfermo haciendo una cruz. Este ritual se llevaba a cabo nueve veces, mientras se recitaba la siguiente fórmula: Como Deus te fixo, que Deus te desfaga.

     También la siguiente ceremonia: se cogía una cuchara grande de aceite, se tomaba rápidamente y luego se citaban las siguientes palabras: Pola gracia de Deus e da Virxe Maria, que estas lombrices eles mas quiten con un padrenuestro e un avemaría. Esta ceremonia se realizaba nueve veces.

     Para curar la Enfermedad de las belidas, se cogían nueve granos de trigo, de cosecha propia, y se pasaban, uno a uno, por delante del ojo haciendo una cruz, mientras se recitaba el siguiente ensalmo: Desfeita con fume e aire fuches feita. De nove te volvas oito, de oito sete, de sete seis, de seis cinco, de cinco cuatro, de cuatro tres, de tres dous, de dous un, e dun ningún. Estas palabras había que decirlas nueve veces y por cada una de ellas se echaba en un recipiente de agua un grano de trigo. En este ejemplo tenemos una transferencia del mal a lo largo de una corta cadena sin alusión explícita a poderes.
 



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